jueves, 9 de febrero de 2012




2 comentarios:

Betorcido. dijo...

La soda la pago yo.

Anónimo dijo...

Tuve la oportunidad de frecuentar ambientes como el que Ud ha plasmado aquí, por razones personales, es decir un cuñado que he tenido, el cual ha fallecido en 1977 o 1978, el cual era asiduo a estos ámbitos de vagancia y abandono, y nunca lograba abandonar estos tristes sitios por sus medios. Claro que no consumía yo allí nada, estoy mucho mejor cuando no bebo, decía mi cuñado claro, antes de 1977 o en áquel año mismo.

Atte.

C.G. Fernandez Peillicer.